El Reflejo
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SER POLVO

 El hombre siguió escarbando, hasta que encontró una mano que ahora se estaba conviertiendo en raíz, al ver esto se asustó, se asombró, se admiró, no sabia explicar exactamente que sentía.

 Yo no sabía que hacer, pués el no me escuchaba; en su curiosidad decidió desenterrarme, primero sacó mi mano, que casi ya era raíz, cuando eso pasó me fuí  debilitando, como si me hubiesen arrebatado algo importante; luego el siguió cabando y encontró mi pecho, y estomago que ahora parecian un tallo, e intentó despegarlo de la tierra, pero no pudo, ya que primero tenia que desenterrar los pies; y asi fue, siguió cabando hasta que me sacó de la tierra. En ese momento me sentía muy debil, ya no tenia fuerza, mi sangre era muy poca, mi cuerpo no servía, la sabia que subía por mis ramas se extinguió y ya no habia forma de obtenerla.

Pero nada de eso le importó; llamó un caballo y me subió en él, como si fuera un saco de cualquier cosa y no una persona o una planta.

  En el camino no emitió palabra, solo veía hacia donde tenía que ir. En un momento, ya el lugar se sentía diferente, a lo mejor luego de tantas horas habiamos llegado a un pueblo. Inmediatamente llegamos, me llevó a un laboratorio, donde un grupo de hombres me sujetaron, y me pusieron en una camilla(me recordó mis días en la clínica), y dieron inicio a su investigación, escuché que querian saber que era yo. Después me colocaron en un tubo con aire, agua y un poco de tierra, donde me encuentro hasta el día de hoy.

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