Al día siguiente, al ver que Irene estaba tan triste, me decidí a buscar la manera de recuperar la casa, pero lo que no sabía era, que quienes la tomaron fueron mis abuelos, bisabuelos y padres. Cuando fuí a la casa junto a Irene fue muy fácil entrar, pués la puerta se abrió sola. Irene se encontraba calmada, pero a la vez asustada. Y así entramos.Sin idea de que pasaba seguimos el camino, pués recorrer la casa para nosotros era fácil; de repente escuchamos unas voces que decian nuestros nombres,sonaron muy familiares, pero no recordaba de quien era. Irene sí; rápidamente me dijo: - Es papá y el abuelo. No creí, y seguí caminando, luego llegaron a nosotros recuerdos de cuando eramos niños y nuestros padres vivían, en ese momento si acepté que ese era papá, y ahí aparecierón, un poco disgustado le pregunté: - ¿Por qué nos sacaste de la casa?- y nos dijo que tenia que tomarla para impedir que nadie que no sea de la familia tomara poseción de ella, y así cuando ustedes mueran su espiritu al igual que el nuestro quedará aquí y nadie querrá entrar a molestar.
0 comentarios:
Publicar un comentario