Desde el inicio de nuestra república, son visibles los engaños a los que ha sido sometida la población, éstos en su mayoría, son ejercidos por los gobernantes que la misma ha tenido. En desacuerdo con esto, muchas personas han intentado de distintas maneras, mostrarle a los demás, la verdadera realidad en la que viven y que sus dirigentes han tratado de ocultarles. Obras teatrales(la filantrópica), charlas,discursos, novelas, canciones, poemas, relatos, cuentos, grupos ocultos de oposición, entre otros, son algunos de los medios que se han implementado para dicho fin. En algunos casos, en estos medios se utiliza una forma indirecta de expresarse, o más bien simbólica, como es la canción La guagua, por lo que decimos que: La guagua: realidad socio-política de República Dominicana.
Según Eli Heiliger, La guagua no alude a una guagua de las desaparecidas y famosas rutas A o B, que lamían, como una enorme lengua las calles de la vieja ciudad, ni las infernales voladoras ¹.La canción por el contrario, refleja la situación socio-política de la república, que lejos de avanzar hacia un futuro provechoso como nos prometen en cada elección los políticos, retrocede cada vez mas. En el transcurso de la canción, el autor hace uso de preguntas, compuestas por expresiones comunes que a su vez, hacen alusión a situaciones y preguntas que normalmente pasan por nuestras mentes pero que por ignorancia obviamos. También, la misma, refleja la tristeza, y el sentimiento de traición y desilusión que poseen los dominicanos ante tantos años de sometimiento a falsas promesas que nunca se cumplen.
A diario, vemos, como nuevos políticos, en busca de ganar una campaña, para ir a elección. prometen a la población cosas que incentiven su voto, para luego de que se declaren ganadores, obviar las promesas que hicieron. Comunes son las promesas de los políticos que casi siempre giran en torno a: construir viviendas, nombramientos en el estado, bonificaciones, entre otras cosas. Sin embargo, ¿A donde van a parar todas esas promesas?, difícil sería no saberlo, pues ya es costumbre para ellos, o más bien, podríamos decir que es su lema, "prometer y olvidar". A esto, le sumamos, la corrupción política que ha sido provocada por la gran ambición que los apasiona, en la cual "los transfugas, los oportunistas, los que se venden y traicionan, reciben al final un premio"².
Desde pequeña, los libros, las noticias, las vivencias de conocidos, el periódico, entre otras cosas, han sido los maestros que me han mostrado y enseñado la realidad en la que tristemente vivimos y casi siempre queremos ocultar. Se me ocurre recordar, por ejemplo: como de ligeros préstamos que tenía la república, hemos pasado ha grandes prestamos millonarios, utilizados para supuestas obras que contribuyen al progreso del país, y que ha su vez minimizan la posibilidad para obras de mayor prioridad. Un caso muy conocido y a su vez criticado, es la construcción del metro de Santo Domingo, unos afirmaban que era una gran inversión que contribuiría al desarrollo del país, mientras otros por su lado proclamaban que era un gasto innecesario que podría ser utilizado en otras cosas. Viendo otro ejemplo, tenemos el actual caso del 4% para la educación , el cual implica un ahorro en otros gastos del estado o una aumento del préstamo nacional, para el incremento del presupuesto correspondiente al sector educativo, éste en diferencia con el metro ha tenido una gran aceptación en la población.
Para finalizar, quiero recalcar que importante es la iniciativa de aquellas personas interesadas en expresar la verdadera realidad de nuestras vidas, y poder abrir los ojos ante tanta falsedad, engaños e ilusiones a los cuales llamamos progreso. Así reconocer que la forma de conducción que han tomado todos nuestros dirigentes no ayuda al progreso del país, sino al progreso de sus bolsillos y al descenso del desarrollo al que aspiramos. Sin embargo, ésta nos invita a que todavía existe una posibilidad de que la guagua se enderece y tome el rumbo que desde el inicio debió tener o tomar, con la ayuda de gobernantes consientes y progresistas y el apoyo de un pueblo que haya dejado atrás la ignorancia, aprendiendo a reconocer lo bueno y verdadero. Por lo cual convenimos en decir que hasta no tener un pueblo realmente educado, consiente y libre de ignorancia, consideraremos la guagua, como realidad política-social de República Dominicana.
Datos bibliográficos
1. Eli Heiliger, "La guagua va en reversa", Diario Libre. 10. 17 junio 2010
2. Juan Taveras Hernández , opinión, corrupción política, Diario Libre(6 de diciembre del 2010), 6 de diciembre. <http: //www.diariodigital.com.do/artículo, 18944. html.>